domingo, 12 de septiembre de 2010

Un Chiste de Gallegos

El estereotipo del español, mal llamado “gallego”, es más que conocido en territorio argento, y es por eso que no voy a entrar en detalles para no provocar redundancias innecesarias. Sin embargo los ibéricos no están del todo desenterados de que al otro lado del charco los toman para la chacota.
Es por esto que cada español con el que me tocó entablar un mínima conversación, intentó por todos los medios hacerse el inteligente, no sé si de forma voluntaria o involuntaria, pero los tipos cuando escuchan a alguien hablar de 'vos', o detectan el mínimo acento argentino, se transforman en pichón de Einstain.
Es graciosísimo verlos realizar tremendo esfuerzo, ¡Son un plato!
Con el tiempo, y con un breve trabajo de campo, descubrí que en realidad los pobres no son tontos… del todo, lo que les pasa es que para ellos el sarcasmo y la ironía, son prácticamente indetectables, no la cazan. Entonces una hace un comentario cargado de maliciosa ironía, y los tipos hacen un sacrificio sobrehumano para explicarte que la cosa no es así, sino al revés, que entendiste mal.
Esa dificultad para captar el sarcasmo, el retruque, el comentario irónico y el humor elaborado es lo que los convierte en una raza aburrida, quejosa,  en malos humoristas y pésimos publicistas, en fin: el gen de la creatividad, simplemente, se les quedó en el preservativo.

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