jueves, 2 de septiembre de 2010

Con el Jesús en la boca

Hoy por primera vez desde que me enteré lo de la beca me sentí tranquila, sí a mí que todo me chupa un huevo, me estaba carcomiendo la cabeza un tema no del todo menor:
Les cuento desde el principio para que entiendan la complejidad de la cuestión: 
El día 24 de marzo recibí un correo en el que se me comunicaba que hasta el día 31 tenía tiempo de presentarme para solicitar una beca para estudiar en España… ¡Patitas pa que te quiero! Comencé como una loca a recopilar cuanto papel tuviera que certificara que tengo dos dedos de frente para poder solicitarla, y que plasmaran que era lo suficientemente inteligente para que me la dieran.
Dos meses después, ya más tranquila y completamente olvidada del tema me llega una carta que dice que los gallegos compraron y que en Septiembre me voy para Europa, ustedes no saben la felicidad de mi vieja, creo que hasta mi perra me miraba con respeto, y ahí fue cuando me enteré de la verdad de la milanesa. La beca consiste en una ayuda económica para que yo realice estudios (de cualquier tipo) en universidades valencianas. Resumo: Un tipo me paga x cantidad de plata por mes si yo le certifico que estoy matriculada en una universidad de acá. Pero de todo lo demás me hago cargo yo. Y hay que ver cómo me puse a buscar cuanto curso y carrera dictaran las universidades, que te piden convenio de acá, recomendaciones de allá, que en internet no se navega… se naufraga, además de que me tenía que apurar porque allá ya arrancaban las vacaciones (con esto de que tienen las estaciones cambiadas) pero al final descubrí que una tenía un sistema de “estudiante visitante” que no te pedía nada de lo anterior, y bueh… agarré y lo solicité (mientras tanto mi viejo que me rompía las pelotas para que me apure porque le subían los pasajes, así que le dije que los saque nomás)
El tema es que la respuesta recién la iba a obtener en septiembre, o sea que me vine a España sin tener nada concreto, y un poco cagada en las patas de que la universidad me diera una patada en el tuje Así que imaginate la sarta de promesas que me mande (que no fumo por 10 hs… que tienen que ser seguidas y no cuentan las que duermo, que voy a misa los cuatro domingos del mes y le dejo 5 euros al de las propinas, que no pruebo el porro, que ya ni me acuerdo a quien se las hice, si a un santo, a una virgen, a ala…)
Así que ayer 1 de Septiembre (sintiéndome Harry Potter) me mande a la universidad esperanzadora, y me atendió una señora simpaticona, busco en una base de datos y me dice que todavía el centro no había dado “el veredicto”, que le deje mi celular que me llamaban cualquier novedad.
Hoy, 2 de Septiembre me llama una tal Carmen y me dice que la solicitud ha sido exitosa y me da la bienvenida a la Universidad…



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