¿Abuelito qué hora es?

Un chiste español muy malo decía que cuando un argentino llegaba a España tenía que adelantar su reloj 50 años.  Yo, por mi parte sólo lo tuve que adelantar 5 horas.

 El cambio horario al principio, cuando no usaba internet, no me molestó en lo más mínimo, me acostaba a las 24:00 hs española (19:00 Argentina) y me levantaba a las 9:00.

Estaba tan orgullosa de mí misma, desde el secundario que no madrugaba toda una semana consecutiva.

Pero cuando llegué a Valencia, destino final del viaje, empecé a parar en una residencia que tenía conexión a internet, y esa fue mi perdición, porque con todo esto de las redes sociales, Facebook, Twitter, msn, skype, y todas las demás herramienta que crearon personas mucho más inteligentes que uno y que sirven para comunicarse con la familia sin tener que gastar teléfono, fue lo que me alejó de mi sana y organizada nueva vida.

Es que claro, cuando las únicas personas que conoces  están al otro lado del charco, y viven 5 horas en el pasado, quedan tres opciones, que ellos madruguen, que yo me desvele o que les mande un mail de vez en cuando contándoles cómo es el mundo en realidad.

Como a mis amigos no los haces madrugar ni en pedo, o tienen “obligaciones” a la mañana, no queda otra que yo me quede hasta las 4 am para hablar con mis queridos compatriotas.

Pero mi sistema no funciona si yo no duermo mis 9 hs diarias, así que a las 12:00 o 13:00 hs me estoy despertando. Y  trascartón que yo soy lenta para despabilarme, como a las 14:00 estoy más o menos pipi cucú para salir a dar una vueltita por acá, así que amigos míos después no se quejen porque a las 4 am les cuento la mitad de todo, si es que tengo la mitad del tiempo para conocer porque me quedo hasta las 4 am para contarles a ustedes la mitad de mi experiencia.